dilluns, 12 d’abril del 2010

ELLS SON ELS CRIMINALS. En suport a Baltasar Garzón



En aquestes urnes porten les restes d'un familiar assassinat pels franquistes i abandonat, amb nocturnitat, en una fosa comú d'Arucas (Gran Canaria). En aquesta fosa, s'hi han trobat els cadàvers de 24 persones desaparegudes el 1937. Ara les seves restes han estat enterrades, amb dignitat. Descansin en pau (els morts i la seves famílies que durant 73 anys han viscut amb el dolor afegit de no haver-los pogut donar sepultura). Fotos d'Arucas: Juan Carlos Alonso


Els veritables delictes són les desaparicions de la Guerra Civil i del franquisme i no la investigació del jutge espanyol, afirma l'editorial de The New York Times sobre el processament del jutge Baltasar Garzón pel Tribunal Suprem espanyol.

Garzón està acusat de prevaricar per haver-se declarat competent per a jutjar els crims i les desaparicions de persones durant la Guerra Civil i la dictadura franquista i haver ordenat que s'obrissin algunes foses on es sospitava que hi havien enterrades persones desaparegudes.

Fa pocs dies la meva amiga Herminia va escriure aquest text en el seu blog. Gràcies, Herminia. M'ha sembñat molt adient compartir-lo amb vosaltres.

VÍCTIMAS del Pozo del Olvido al Mausoleo del Recuerdo
Había reparado en él en la Plaza de la Constitución mientras Sergio Millares leía el manifiesto contra el olvido. Más que el pelo blanco, blanco, lo que me llamó la atención sobre aquel traje negro de setenta y tres años de luto era una expresión tal de dolor como yo no recuerdo haber visto otra en mi vida, y mira si he visto. Luego lo ví en la fila; cuando llegó su turno tomó la pequeña urna, la cogió como quien tiene entre sus brazos un hijo pequeño, el más preciado de los tesoros, y como si lo acunara pasó por delante de mí sin parar de llorar empapando las flores y el lazo con los colores de la bandera de la República. Lloraba por un padre que cuando lo mataron tendría, más o menos, la edad que tiene hoy su nieto.



Fueron tantas las lágrimas derramadas en el corto trayecto desde la Plaza hasta depositar la cajita en el coche fúnebre, que tengo la impresión de que traspasaron la madera y llegaron a los huesitos ¿de quién? ¿de su padre? ¿del padre de Balbina? ¿del de Pino Sosa? ¿del abuelo de su vecino? o ¿del tío de Juan?. Qué más da. Su padre estaba en una de las veinticuatro urnas sin nombre y, en su corazón, todos eran su padre.



Me lo volví a encontrar en el cementerio. Mientras los operarios, con un cuidado y una delicadeza llamativa, introducían una por una las pequeñas cajas en el Mausoleo del Recuerdo, él estaba semiescondido, apoyado en el tronco de un árbol llorando sin parar. Cómo lloraba aquel hombre. Cómo nos hizo llorar. La angustia solitaria de tantos años de silencio estalló en dolor compartido. Por fin el momento de reparar con un gesto de amor el odio recibido a través de unas balas una noche de 1937.


El acto de hoy en Arucas fue impecable. Sobrio, contenido. Las palabras de Millares, la música, el toque de silencio, el himno de la República por la que fueron vilmente asesinados. El cortejo. El pesar colectivo. Estuvo quien quiso estar.

Por supuesto que no fue el obispo. En un gesto vil de menosprecio el representante de la Iglesia oficial quiso ofender a las víctimas del franquismo no sólo con su ausencia. Lo que pasa es que no ofende quien quiere sino quien puede. No es comprensible tanta mezquindad. No se entiende que, aún, sectores de nuestra sociedad que se dicen cristianos no muestren compasión con la tragedia que miles de familias de este país arrastran desde hace tanto tiempo. Quedan muchos pozos, simas, mar feas y fosas comunes repletas de memoria regadas por la geografía española y hasta ahora, que cosas, el único imputado es el juez Garzón por querer hacer justicia. ¿Qué más nos queda por ver?



De momento tenemos la enorme satisfacción de haber participado hoy en un acto estremecedor en el que, por lo menos, las veinticuatro familias de las veinticuatro víctimas de Arucas saben donde están los suyos y adonde han de ir a llevarle flores. Que descansen en paz.


Herminia Fajardo, 21 de marzo de 2010

No volem que els falangistes tornin a guanyar la batalla

Jo com el ministre de Foment, José Blanco, respecto profundament la Justícia, però no vull que els falangistes i els seus hereus tornin a guanyar la batalla.
El ministro de Fomento, José Blanco, ha declarado hoy, en relación al procesamiento del juez Baltasar Garzón, que respeta "profundamente" a la Justicia, pero no le gustaría que "los falangistas ganaran de nuevo la batalla".Falange Española de las JONS, junto al sindicato ultraderechista Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad, es una de las entidades que se han querellado contra Garzón por haberse declarado competente para investigar los crímenes y desapariciones durante la Guerra Civil y la dictadura (EFE, 9 de abril de 2010)

Contra la vergonya de milers de desapareguts
Com a tothom, suposo, hi ha gent que em cau bé i altres que no. Acostuma a haver-hi una base racional que justifica els meus gustos i disgustos però no sempre és així. Baltasar Garzón és de les persones que no em cauen bé. Falta d'empatia? Comportaments, al meu parer, desafortunats? De tot una mica i més. Per què acabo de fer aquesta confessió? Doncs perquè quedi clar que no defenso la persona de Garzón.

Em posiciono al costat de les víctimes del franquisme i contra la impunitat dels criminals. Contra la vergonya que significa que les restes de milers de demòcrates continuïn indignament enterrats en foses comunes o, molt pitjor, que milers de demòcrates continuïn desapareguts sense que les seves famílies sàpiguen que els va passar i on poder ser!

Per tot això he signat el MANIFIESTO POR LA JUSTÍCIA DEL JUEZ BALTASAR GARZÓN

Que la memòria venci l'oblit




Article publicat per Anna GONZÁLEZ BATLLE, en EL MIRADOR DE LES DONES
http://miradordones.blogspot.com/2010/04/els-crims-son-les-desaparicions.html